Resumen del estudio:
El estudio
Este estudio consistió en un diseño cruzado aleatorizado agudo que incluyó dos tratamientos compuestos por un 10 % de energía procedente de almendras crudas o galletas dulces. Los participantes se asignaron de forma aleatoria a la intervención, de modo que recibieron los dos tratamientos en orden equilibrado. Hubo al menos un período de lavado de una semana entre los tratamientos, lo que se esperaba que fuera suficiente para que los resultados clave volvieran a los niveles previos a la intervención. Cien participantes completaron el estudio (75 mujeres y 25 hombres; IMC promedio de 23,1 kg/m²). La mediana de edad fue de 29 años, con un rango de 18 a 65 años.
En el día de la prueba, los participantes consumieron un desayuno estándar. Dos horas después, consumieron el snack asignado. Se midieron los índices de glucosa en sangre y de apetito al inicio y en intervalos de 15 o 30 minutos después de haber comido. Dos horas después del snack, se ofreció el almuerzo a los participantes, que comieron tanto o tan poco como lo desearon y se registró el consumo. Los participantes también registraron su ingesta de alimentos durante el resto del día.
Resultados
La respuesta del azúcar en sangre fue menor después del snack de almendras que después del de galletas. La diferencia media (IC del 95 %) en el área bajo la curva incremental de glucosa en sangre fue de 53 mmol/l.min (p < 0,001).
Las calificaciones del apetito no difirieron entre los grupos, excepto por la puntuación del apetito a los 90 minutos, que fue menor para las galletas en comparación con las almendras. El cociente medio de saciedad para el hambre cuando se utilizan los factores de Atwater para la energía fue significativamente menor desde el punto de vista estadístico para las almendras en comparación con las galletas (p = 0,037). Esta diferencia dejó de ser estadísticamente significativa cuando se utilizó la energía digerible en la ecuación.
No hubo diferencias en las calorías consumidas en el almuerzo entre los grupos de snacks. Sin embargo, aquellos en el grupo de las almendras informaron consumir unas 150 calorías menos (en promedio) durante el transcurso del día en comparación con el grupo de las galletas. No hubo diferencias estadísticamente significativas en otros nutrientes, aunque hubo una tendencia no estadísticamente significativa hacia una menor ingesta absoluta de grasas saturadas (p = 0,056) y de azúcar (p = 0,053) en el tratamiento con almendras en comparación con el tratamiento con galletas.
Limitaciones
El estudio tiene algunas limitaciones. La naturaleza aguda del estudio proporciona información útil a corto plazo, pero los resultados no necesariamente se traducirán en un comportamiento a largo plazo. Debido a la diferente composición de nutrientes de los snacks, no se controló la densidad de energía. El control de las concentraciones de glucosa en sangre durante períodos más prolongados podría haber sido más informativo, ya que las investigaciones han demostrado que las almendras enteras reducen la glucemia de forma aguda y los efectos persisten después de una segunda comida. Finalmente, los participantes tenían un peso normal o sobrepeso, por lo que los resultados no pueden extrapolarse a otras poblaciones.
Conclusión
Comer almendras como snack a media mañana, en lugar de un snack habitual de galletas con las mismas calorías, mejoró la respuesta de los participantes con respecto al azúcar en sangre después del snack y redujo la ingesta de energía durante el resto del día. Reemplazar snacks menos saludables por almendras puede ayudar a contribuir a los esfuerzos de control del peso y ayudar a mantener niveles saludables de glucosa en sangre. Se necesitan más investigaciones para determinar los efectos a largo plazo de esta intervención y en poblaciones más amplias.